Paredones
.-
Es un caserío fundado para sustituir a la aldea que en
su día fue Bernuy de Palacios o Bernuy de Río Milanos,
(se le nombraba de estas dos formas indistintamente desde antes del
S.XV) de la cual quedan vestigios evidentes y, hasta hace poco, unos
grandes paredones, de los que toma su nombre este caserío.
Perteneció,
desde 1445, con su término, al Conde de Puñonrostro
junto con Cristóbales, Bernuy de Ríomilanos,
Madrona, Torredondo, Perogordo y todos los términos hasta Guijasalbas
Su término tiene una extensión aproximada de unas 2.000
obradas.
Sobre
el devenir del término de Bernuy, tengo escrito un extenso
artículo guardado en la hornacina de El Soportal, Ð
Madrona y
se puede consultar en este enlace: Eleuterio
Ayuso y Bernuy .
Propiedad.- Una parte, sin datos específicos
en el documento Carta de Trueque, fue originaria de Alonso Pérez
de Vivero, que en 1451 se la vendió, por trueque, a Digarias
el Viejo, Diego Árias Dávila, el hombre más
poderoso en el reinado de Enrique IV de Castilla. En el mismo trueque
figuraban varias posesiones, que se detallan a continuación:
Carta
de trueque de Diego Arias con Alonso Pérez
de Vivero; éste le entrega, además de trescientas
doblas de oro castellanas de la banda, sus propiedades en Escobar
de Riomilanos, Tardajos, Valsequilla, Bernuy, Riomilanos, El
Campo, Madrona, Riofrío, La Losa, Ciempozuelos, Ortigosa,
Berrocalejo, Otero de Herreros, El Corral, Cristóbales
y Fuentemilanos; por su parte Diego Arias le entrega sus haciendas
en Seseña, Borox y Puñonrostro, descontando de
esta parte los dos Quiñones y la dehesa del Valle de
las Salinas de Espartinas, que quedan para Diego Arias.
Madrid, 3 de mayo de 1451 (fecha escrituras). Extraído
del libro: La Dehesa Boyal Ð Madrona , no
publicado.
En
la tercera generación de los Árias Dávila
se crea el condado de Puñonrostro, y será el
nieto de Digarias, Juan Árias Dávila el primero
que ostente este título de Conde de Puñonrostro. A su
vez, éste será el beneficiario de toda la hacienda de
la poderosa familia.
Con
toda probabilidad, fue con este primer conde de Puñonrostro
cuando se despobló Bernuy, Cristóbales y casi el mismo
Madrona, que llegó a tener tan sólo 12 vecinos, casi
todos renteros del conde. También se da cuenta de ello en el
mencionado libro.
No
sabemos a ciencia cierta si Ricardo Arias Dávila y Matheu
Bernaldo de Quirós, que accedió al título
de Conde de Puñonrostro en 1898, vendió a Dª
Valentina Romero Gilsanz y D. Mariano Sáez Romero las tierras
pertenecientes al término de Bernuy, pero sí las del
término de Madrona.
Hoy
En
cualquier caso, quién accede a esta propiedad, es Agustín
Hernández Vinuesa, farmacéutico procedente de Pedraza.
Dicen que compró Paredones (o sea, Bernuy) por 360.000 pesetas
(2.164 euros). Este dato no es muy creíble, por cuanto hacia
1910 se manejaban cifras que iban de las 650.000 pesetas hasta el
millón de pesetas. Ninguno de los consultados conoce con certeza
ese dato.
También
tenía Agustín Hernández Vinuesa otras propiedades
en Extremadura. Tuvo cuatro hijos, Carmen, (casada con Pedro
Moreno), Celia, (sin descendencia), Rosa y Luis. Los dos
primeros heredaron la hacienda de Paredones y Rosa y Luis, las fincas
de Extremadura. A su vez, Celia no tuvo descendencia, por lo que su
parte, una mitad de la hacienda la heredaron los otros tres. Carmen
lo añadió a lo suyo (3/6 + 1/6= 4/6); Rosa (1/6) lo
arrendó; y Luis (1/6) se lo vendió a Braulio, del pueblo
segoviano de Encinillas (¿?).
En
definitiva, la heredad, no sujeta ya a mayorazgo, se ha dividido en
múltiples partes.
Fernando
Ayuso Cañas